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¿Tienes claras tus metas y objetivos?

Muchas personas se sienten como si estuvieran a la deriva en el mundo. Trabajan duro, pero no parecen llegar a ningún sitio que merezca la pena.

Una de las razones principales por las que se sienten así es que no han dedicado suficiente tiempo a pensar en lo que quieren de la vida y no se han fijado objetivos formales. Después de todo, ¿Emprenderías un gran viaje sin tener una idea real de tu destino? Probablemente no.

Primero piensa en lo que quiere conseguir y luego comprométete con ello. Establece objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos) que te motiven y escríbelos para que sean tangibles. A continuación, planifica los pasos que debes dar para alcanzar tu objetivo y tacha cada uno de ellos a medida que los vayas cumpliendo.

El establecimiento de metas es un proceso poderoso para pensar en tu futuro ideal y para motivarte a convertir tu visión de ese futuro en realidad.

El proceso de establecer objetivos te ayuda a elegir hacia dónde quieres ir en la vida. Al saber con precisión lo que quieres conseguir, sabrás en qué tienes que concentrar tus esfuerzos. También detectarás rápidamente las distracciones que pueden, con tanta facilidad, desviarte del camino.

Los deportistas de alto nivel, los empresarios de éxito y los triunfadores en todos los campos se fijan objetivos. Establecer objetivos te da una visión a largo plazo y una motivación a corto plazo. Te permite centrarte en la adquisición de conocimientos y te ayuda a organizar tu tiempo y tus recursos para que puedas sacar el máximo partido a tu vida.

Al establecer objetivos nítidos y claramente definidos, puedes medir y enorgullecerte de la consecución de esos objetivos, y verás cómo avanzas en lo que antes podía parecer un largo e inútil trabajo.

También aumentará tu confianza en ti mismo, al reconocer tu propia capacidad y competencia para alcanzar los objetivos que te has fijado.

Los objetivos se establecen a varios niveles:

  • En primer lugar, creas tu «gran imagen» de lo que quieres hacer con tu vida (o durante, digamos, los próximos 10 años), e identificas los objetivos a gran escala que quieres alcanzar.
  • A continuación, los desglosas en los objetivos más pequeños que debes alcanzar para lograr tus metas de por vida.
  • Por último, una vez que tienes tu plan, empiezas a trabajar en él para alcanzar esos objetivos.


Por eso, empezamos el proceso de fijación de objetivos analizando los objetivos de toda la vida. A continuación, trabajamos en las cosas que puedes hacer, por ejemplo, en los próximos cinco años, el año que viene, el mes que viene, la semana que viene y hoy, para empezar a avanzar hacia ellos.

Paso 1: Establecer objetivos para toda la vida


El primer paso para establecer objetivos personales es considerar lo que quieres lograr en tu vida (o al menos, en una edad significativa y lejana en el futuro). Establecer objetivos a lo largo de la vida te da la perspectiva general que determina todos los demás aspectos de tu toma de decisiones.

Para dar una cobertura amplia y equilibrada a todas las áreas importantes de tu vida, intenta establecer objetivos en algunas de las siguientes categorías (o en otras categorías propias, cuando sean importantes para ti):

  • Carrera – ¿Qué nivel quieres alcanzar en tu carrera, o qué quieres lograr?
  • Financieros – ¿Cuánto quiere ganar y en qué etapa? ¿Cómo se relaciona esto con sus objetivos profesionales?
  • Educación – ¿Hay algún conocimiento que quieras adquirir en particular? ¿Qué información y habilidades necesitarás para alcanzar otros objetivos?
  • Familia y amigos – ¿Quieres ser padre o madre? Si es así, ¿cómo vas a ser un buen padre? ¿Cómo quieres que te vea tu pareja o los miembros de tu familia extensa? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida social?
  • Artístico – ¿Quieres alcanzar alguna meta artística?
  • Actitud – ¿Hay alguna parte de tu mentalidad que te frena? ¿Hay alguna parte de tu forma de comportarte que te moleste? (Si es así, establece un objetivo para mejorar tu comportamiento o encontrar una solución al problema).
  • Físico – ¿Hay algún objetivo deportivo que quieras alcanzar, o quieres tener una buena salud hasta la vejez? ¿Qué pasos vas a dar para conseguirlo?
  • Placer y ocio – ¿Cómo quiere divertirse? (¡Deberías asegurarte de que parte de tu vida es para ti!)
  • Servicio público – ¿Quieres hacer del mundo un lugar mejor? Si es así, ¿cómo?


Dedica algún tiempo a hacer una lluvia de ideas sobre estas cosas y luego selecciona uno o varios objetivos de cada categoría que reflejen mejor lo que quieres hacer. A continuación, considera la posibilidad de recortar de nuevo para tener un número reducido de objetivos realmente significativos en los que puedas centrarte.

Al hacer esto, asegúrate de que los objetivos que has establecido son los que realmente quieres conseguir, no los que tus padres, tu familia o tus jefes puedan querer. (Si tienes pareja, probablemente debas tener en cuenta lo que él o ella quiere; sin embargo, asegúrate de que también eres fiel a ti mismo).

Paso 2: Establecer objetivos más pequeños

Una vez que hayas fijado sus objetivos para toda la vida, establece un plan quinquenal de objetivos más pequeños que debes completar si quiere alcanzar su plan para toda la vida.

A continuación, crea un plan de un año, un plan de seis meses y un plan de un mes con objetivos progresivamente más pequeños que deberá alcanzar para lograr tus metas. Cada uno de ellos debe basarse en el plan anterior.

A continuación, elabora una lista de tareas diarias de las cosas que debes hacer hoy para trabajar en pos de tus objetivos.

En una primera fase, tus objetivos más pequeños podrían ser leer libros y recopilar información sobre la consecución de tus objetivos de mayor nivel. Esto te ayudará a mejorar la calidad y el realismo de tu fijación de objetivos.

Por último, revisa tus planes y asegúrate de que se ajustan a la forma en que quieres vivir tu vida.

Una vez que hayas decidido tu primera serie de objetivos, sigue el proceso revisando y actualizando tu lista de tareas a diario.

Revisa periódicamente los planes a largo plazo y modifícalos para que reflejen tus prioridades y experiencia cambiantes. (Una buena forma de hacerlo es programar revisiones periódicas y repetidas utilizando una agenda informática).

Una forma útil de hacer que los objetivos sean más potentes es utilizar la mnemotecnia SMART.

Aunque hay muchas variantes (algunas de las cuales hemos incluido entre paréntesis), SMART es un acrónimo en inglés que es muy popular, estos son los significados de cada una de sus letras en español:

  • S – Específico (o Significativo).
  • M – Medible (o significativo).
  • A – Alcanzable (u orientado a la acción).
  • R – Relevante (o gratificante).
  • T – Limitado en el tiempo (o rastreable).

Por ejemplo, en lugar de tener como objetivo «dar la vuelta al mundo», es más potente utilizar el objetivo SMART «Haber completado mi viaje alrededor del mundo para el 31 de diciembre de 2027». Obviamente, esto sólo será alcanzable si se ha realizado una gran preparación previa

Las siguientes directrices generales te ayudarán a establecer objetivos eficaces y alcanzables:

  • Expresa cada objetivo como una afirmación positiva – Exprese sus objetivos de forma positiva. «Ejecutar bien esta técnica» es un objetivo mucho mejor que «No cometer este estúpido error».
  • Sé preciso – Establece objetivos precisos, poniendo fechas, horas y cantidades para que puedas medir los logros. Si haces esto, sabrás exactamente cuándo has conseguido el objetivo y podrás sentirte completamente satisfecho por haberlo logrado.
  • Establece prioridades: cuando tengas varios objetivos, dale a cada uno una prioridad. Esto le ayuda a no sentirse abrumado por tener demasiados objetivos, y le ayuda a dirigir su atención a los más importantes.
  • Escribe los objetivos – Esto los cristaliza y les da más fuerza.
  • Mantén los objetivos operativos pequeños – Los objetivos de bajo nivel en los que trabajas deben ser pequeños y alcanzables. Si un objetivo es demasiado grande, puede parecer que no se está avanzando hacia él. Mantener los objetivos pequeños e incrementales ofrece más oportunidades de recompensa.
  • Establece objetivos de rendimiento, no de resultado: debes procurar establecer objetivos sobre los que tengas el mayor control posible. Puede ser muy desalentador no alcanzar un objetivo personal por razones ajenas a tu voluntad.
  • En los negocios, estas razones pueden ser un mal entorno empresarial o efectos inesperados de la política gubernamental. En el deporte, pueden ser un mal juicio, mal tiempo, lesiones o simplemente mala suerte.
  • Si basas tus objetivos en el rendimiento personal, puedes mantener el control sobre la consecución de tus objetivos y obtener satisfacción de ellos.
  • Establezca objetivos realistas: es importante que se fije objetivos que pueda alcanzar. Todo tipo de personas (por ejemplo, los jefes, los padres, los medios de comunicación o la sociedad) pueden marcarte objetivos poco realistas. A menudo lo hacen ignorando tus propios deseos y ambiciones.
  • También es posible que te pongas objetivos demasiado difíciles porque quizá no aprecies los obstáculos que se interponen en el camino o no entiendas cuánta habilidad necesitas desarrollar para alcanzar un determinado nivel de rendimiento.

Cuando hayas alcanzado un objetivo, tómate el tiempo necesario para disfrutar de la satisfacción de haberlo hecho. Absorbe las implicaciones del logro del objetivo y observa los progresos que has hecho hacia otros objetivos.

Si el objetivo era importante, recompénsate adecuadamente. Todo esto te ayuda a construir la confianza en ti mismo que te mereces.

Con la experiencia de haber conseguido este objetivo, revisa el resto de tus planes de objetivos:

  • Si has conseguido el objetivo con demasiada facilidad, haz que tu próximo objetivo sea más difícil.
  • Si el objetivo te llevó un tiempo desalentador, haz que el siguiente objetivo sea un poco más fácil.
  • Si has aprendido algo que te lleve a cambiar otros objetivos, hazlo.
  • Si has notado un déficit en tus habilidades a pesar de haber conseguido el objetivo, decide si debes establecer objetivos para solucionarlo.

Alimenta las lecciones que has aprendido en el proceso de fijación de tus próximos objetivos. Recuerda también que tus objetivos cambiarán con el paso del tiempo. Ajústalos con regularidad para reflejar el crecimiento de tus conocimientos y experiencia, y si los objetivos ya no te atraen, considera la posibilidad de abandonarlos.

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